La dieta después de la cirugía de reducción de estómago está enfocada a garantizar la pérdida de peso, manteniendo un aporte de nutrientes alto y con unas texturas y volúmenes que se toleren bien.
Teniendo en cuenta estos 3 objetivos se diseñan las pautas de dieta que son una forma de empezar a comer desde cero, como si se empezara a comer de nuevo por primera vez en la vida.
Es muy buen ejemplo tomarlo así y es que en realidad este es el momento de replantear de nuevo todo el modo de comer que se ha seguido hasta ahora y que ha llevado a la obesidad.
Los días después de la cirugía se empieza a tomar alimentos líquidos, luego purés, después comidas con texturas blandas y al final se van incorporando los otros alimentos. La progresión total de la dieta acostumbra a durar unos 3 meses en los cuales cada 2-3 semanas se cambia la dieta para aumentar la consistencia. Algunos alimentos como las carnes más fibrosas o los alimentos más secos, pueden resultar indigestos durante más tiempo.
A largo plazo, cuando ya se ha perdido el exceso de peso, se puede comer cualquier tipo de plato como se comería en una dieta de mantenimiento, respetando las 5 comidas al día, que cada comida contenga alimentos nutritivos y que se mantengan las cantidades aconsejadas.