Debido a la tendencia de la población por reducir las calorías de la dieta, ha incrementado la demanda de alimentos bajos en azúcares, sal o grasas para prevenir la obesidad. Con ello, la oferta y el uso de edulcorantes se ha ampliado y está ganando posiciones en las estanterías del supermercado.
¿Qué dice la ciencia sobre los edulcorantes?
La Organización Mundial para la Salud (OMS) está desarrollando una guía para el uso de edulcorantes no nutritivos para adultos y niños basada en la evidencia científica.
En enero de 2019 se ha publicado un metaanálisis en el British Medical Journal (BMJ) encargado por la OMS. El objetivo del estudio era evaluar la asociación entre la ingesta de edulcorantes no nutritivos y diferentes condiciones de salud en personas sanas, con sobrepeso u obesidad y tanto en adultos como en niños.
El artículo destaca que los edulcorantes utilizados en los alimentos han sido declarados como seguros para el consumo, en niveles por debajo de la ingesta diaria admisible (IDA). En la tabla 1, adaptada del estudio, se muestran las diferentes IDAS definidas por las diferentes autoridades.
Tabla 1. Ingesta diaria admisible (IDA) para los edulcorantes definida por las diferentes autoridades mundiales.
* JECFA (Joint Food and Agriculture Organization of the United Nations / WHO Expert Committee on Food Additives. EFSA (European Food Safety Authority), US FDA (United States Food and Drug Administration)
En este estudio no se han encontrado evidencias significativas de que estos compuestos no calóricos o hipocalóricos tengan efectos beneficiosos en la salud más allá de una ligera pérdida de peso a corto plazo en pacientes obesos. No se han visto hallazgos significativos en pacientes con normopeso. Se ha estudiado si podría haber alguna asociación entre los edulcorantes y la mejora de algunas patologías como la diabetes y el control glucémico, la hipertensión o cáncer pero no encontraron resultados significativos. Tampoco se ha establecido una relación estadísticamente significativa entre los edulcorantes y la ingesta energética, apetito ni la conducta alimentaria.
En el mismo artículo relatan que tampoco había pruebas consistentes de impactos negativos destacables para la salud.
¿Cómo puedo reducir el consumo de azúcar o edulcorantes?
La idea sería consumir los alimentos con su sabor natural, sin necesidad de endulzar. Una buena manera de adaptarnos a este sabor, es reduciendo progresivamente el consumo de edulcorantes o para ir educando a nuestro paladar.
Por otro lado, dentro de unas pautas de dieta saludable hay múltiples opciones dulces por si nos apetece en un determinado momento. Por ejemplo: fruta, yogur con fruta troceada, batidos de frutas y/o verduras, compotas caseras sin azúcares añadidos, frutas deshidratadas o desecadas, gachas o porridge de avena con fruta.
Aun así, si todavía quieres endulzar las infusiones, leche, bebidas vegetales o yogures, etc puedes usar aroma de vainilla, especias como anís o canela en polvo, cacao entre otros.
Prueba las diferentes opciones y cuéntanos con cual te quedas.