La obesidad es una enfermedad crónica y recidivante, compleja y multicausal. Consiste en una acumulación anormal o excesiva de grasa corporal, que puede ser perjudicial para la salud. Representa un importante factor de riesgo para desarrollar otras patologías de gran impacto en la calidad y la expectativa de vida como las enfermedades cardiovasculares (incluyendo la enfermedad coronaria y el infarto agudo de miocardio, y el accidente vascular cerebral), diabetes tipo 2, hipercolesterolemia, hipertensión arterial y enfermedades hepáticas.
Impacto de la Obesidad en la Salud y la Sociedad
Se asocia a una mayor prevalencia de algunos tipos de cáncer como mama, útero, colon y ovario, entre otros. Además, también afecta la salud sexual y reproductiva, siendo causa de infertilidad. Finalmente, puede provocar conflictos emocionales como baja autoestima y depresión. A esto hay que sumarle que es un importante elemento favorecedor del contagio y agravamiento de infecciones entre las cuales se encuentran la influenza y la COVID-19. La obesidad reduce la expectativa de vida de manera equivalente al tabaquismo y es la quinta causa de muerte en el mundo, y es una enfermedad infradiagnosticada y sumamente estigmatizada.
Causas de la Obesidad
Su aparición se debe a múltiples factores, como estrés, sedentarismo, malos hábitos alimentarios, influencias ambientales y antecedentes genéticos. Sabemos, además, que las causas de la obesidad incluyen aspectos que están fuera de nuestro conocimiento y control.
La obesidad es un problema de salud pública global ya que es una de las enfermedades crónicas que generan mayor costo económico en los países occidentales. Se calcula que ocasiona alrededor del 5% del gasto total en salud, debido a sus complicaciones metabólicas y cardiovasculares. Ha alcanzado proporciones epidémicas a nivel mundial y su prevalencia se ha duplicado desde principios de este siglo. La OMS calcula que uno de cada cuatro habitantes del planeta será obeso en 2035. En España, más del 40% de los adultos pesa más de lo recomendable y el 23% tiene obesidad, y la previsión es que en 2030 la prevalencia de la obesidad será del 37%.
A pesar de su enorme impacto en la salud y en la economía, existe un sesgo estigmatizador anti obesidad que afecta a la sociedad e incluso a los médicos, lo que impide verla como lo que realmente es: una enfermedad.
Tratamiento de la Obesidad
Es fundamental reconocer la obesidad como una enfermedad crónica, que favorece el desarrollo de numerosos factores de riesgo para la salud y la aparición de otras enfermedades crónicas, pero que es prevenible y tratable. El paciente con obesidad no es culpable de su enfermedad, pero debe ser responsable de su tratamiento. Y así como esta patología es multicausal, su tratamiento también debe sustentarse en un equipo multidisciplinario. Sin embargo, la falta de educación y formación especializada de los médicos y otros profesionales sanitarios es una de las principales barreras para llevar a cabo un control eficaz de la obesidad.
Es necesario realizar un enfoque integral del problema junto con el paciente y confeccionar una historia clínica completa que abarque los aspectos emocionales, el estilo de vida, y los tratamientos realizados previamente para la pérdida de peso. Debe investigarse la presencia de otras enfermedades que sean potenciales causantes del aumento de peso y también la posible presencia de complicaciones y comorbilidades de la obesidad. Deben buscarse las opciones terapéuticas que mejor se ajusten a las necesidades de cada paciente y sostener el tratamiento incluso en los momentos en que los resultados sean decepcionantes. Perder peso depende de concienciación, constancia, actitud, esfuerzo y conocimientos.
Clínica ServiDigest de Barcelona dispone de una unidad especializada en el tratamiento de la obesidad conformada por equipos multidisciplinarios integrados por médicos especialistas en endocrinología, en endoscopia digestiva y en cirugía, nutricionistas y psicólogos, con el objetivo de comprender las causas y ejercer las acciones necesarias para el manejo adecuado de cada persona. Esto nos permite utilizar las diferentes herramientas diagnósticas para detectar alteraciones metabólicas y evaluar complicaciones, y seleccionar las diferentes opciones terapéuticas (consejo nutricional, apoyo psicológico, tratamientos farmacológicos y procedimientos bariátricos endoscópicos y quirúrgicos (Balón Intragástrico Endoscópico, Gastroplastia Endoscópica-Método Apollo, Cirugía Bariátrica en sus diferentes formas) para combatir la patología adaptando el tratamiento adecuado a las necesidades individuales.
Conclusión
Es fundamental que cada persona tenga un seguimiento personalizado por los diferentes profesionales para trabajar sobre todos los aspectos de la obesidad. Cambios en el estilo de vida, medicamentos, cirugía y programas de prevención y tratamiento pueden ayudar a los pacientes a conseguir un peso saludable y prevenir complicaciones. Una mayor especialización conduce a una mejor atención a las personas que viven con esta enfermedad. Debemos derribar mitos y asumir que la obesidad es una condición crónica, y que como tal, requiere tratamientos especializados para su adecuado control y resolución.