Obesidad y fertilidad
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la obesidad como una acumulación excesiva de grasa en el organismo. Un individuo es obeso cuando su índice de masa corporal está por encima de 30, y tiene sobrepeso si está por encima de 25.
Considerada como una de las grandes problemáticas de salud pública a nivel mundial, la obesidad alcanza ya cifras epidémicas en nuestra sociedad. En España, más del 40% de los adultos pesa más de lo recomendable y el 23 % tiene obesidad, su prevalencia se ha duplicado desde principios de este siglo y la previsión es que en 2030 será de 37 %.
La obesidad se asocia o es directamente la causa de muchos otros trastornos y enfermedades bien conocidos, como diabetes de tipo 2, hipertensión arterial y otras alteraciones cardiovasculares. Sin embargo, en materia de fertilidad la población (y a veces los médicos) no conocen tanto el riesgo.
De este modo, la obesidad no solo es un grave problema para la salud, también afecta negativamente a la fertilidad y, por tanto, disminuye las posibilidades de lograr un embarazo, tanto de forma natural como a través de técnicas de reproducción asistida.
Recientemente distintas sociedades científicas involucradas con el estudio de la obesidad y la reproducción han redactado un informe conjunto con el objetivo de incidir en el impacto de la obesidad sobre la fertilidad, tanto masculina como femenina. Las entidades participantes fueron la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), la Sociedad Española Ginecología y Obstetricia (SEGO), la Sociedad Española de Dietética y Nutrición (SE Dyn) y la Asociación Española de Urología (AEU).
Dicho documento establece claramente que la obesidad se asocia con una mayor prevalencia de infertilidad y subfertilidad tanto femenina como masculina. Si tenemos en cuenta la prevalencia de sobrepeso y obesidad en la población adulta española, el resultado es un número nada desdeñable de casos de infertilidad asociados a la obesidad.
Obesidad y fertilidad femenina
En mujeres, el sobrepeso y la obesidad son un factor de riesgo establecido para infertilidad. Se ha demostrado que la probabilidad de conseguir un embarazo espontáneo decrece de manera lineal para Índices de Masa Corporal (IMC) superiores a 25.
Actualmente se desconocen los mecanismos exactos por los que la obesidad afecta negativamente a la fertilidad, aunque sabemos que involucra al eje hipotálamo-hipófiso-ovárico y la producción de esteroides sexuales (andrógenos y estrógenos), y al metabolismo del tejido adiposo y de la insulina. El exceso de grasa corporal puede afectar la ovulación y provocar ciclos menstruales irregulares, y la calidad de los óvulos en la mujer que padece obesidad es inferior a aquella cuyo peso está en límites aceptables.
Así pues, la obesidad aumenta el riesgo de trastornos hormonales como el síndrome de ovario poliquístico (SOP), una causa frecuente de infertilidad. Otros mecanismos involucrados en la disminución de la fertilidad en mujeres con exceso de peso incluyen las alteraciones en el endometrio que dificultan la implantación y contribuyen a una mayor tasa de abortos espontáneos. Por todo esto, las mujeres con obesidad tienen menos probabilidades de quedarse embarazadas de manera natural o mediante técnicas de reproducción asistida en comparación con las que tienen un peso adecuado.
Además, la pérdida de peso no solo conlleva un cambio metabólico que favorece la fertilidad, sino también una mejora de la autoestima y de la salud sexual de la mujer.
Obesidad y fertilidad masculina
La relación entre la obesidad y las alteraciones de la fertilidad no es solo cosa de mujeres, ya que afecta igualmente al varón. El factor masculino puede explicar entre el 20-50% de los casos de infertilidad de pareja.
Múltiples estudios documentan que el sobrepeso y la obesidad en el varón afectan la capacidad fértil del semen a través del aumento del stress oxidativo y las alteraciones hormonales.
Esto se traduce en alteraciones en la calidad del espermograma por disminución de la cantidad y la movilidad de los espermatozoides. Además, los hombres con obesidad presentan niveles más bajos de testosterona plasmática y aumento de la temperatura escrotal, lo que ocasiona daños en el ADN espermático. Por último, hasta el 60% de los hombres con obesidad sufren disfunción eréctil, lo cual también dificulta la consecución del embarazo.
Tratamientos de reproducción asistida y obesidad
La respuesta a los tratamientos de reproducción asistida también se ve alterada en las parejas con obesidad, en las que existe una menor tasa de éxito.
La estimulación ovárica en mujeres con obesidad requiere dosis hormonales más altas o más prolongadas en el tiempo, y aun así existe un mayor porcentaje de respuesta ovárica inadecuada que obliga a cancelar el procedimiento. Además, según datos de la Society for Assisted Reproductive Technology (SART), a mayor IMC se encuentra un menor número de ovocitos recuperados y una peor calidad de los embriones, y las tasas de fecundación e implantación también disminuyen.
¿Y el embarazo?
En mujeres con obesidad existe una mayor probabilidad de aborto espontáneo y un aumento de las complicaciones tanto maternas como fetales.
La obesidad puede aumentar el riesgo de complicaciones durante el embarazo, como diabetes gestacional, eclampsia y pre-eclampsia, y generar dificultades como el parto prematuro y cesárea. Pero no sólo eso, la obesidad de la madre también aumenta las posibilidades de que el niño nacido tenga problemas de sobrepeso en el futuro, así como un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y metabólicas como hipertensión, dislipemia y diabetes, por un mecanismo conocido como “programación fetal”.
Conclusiones
El exceso de peso en la mujer afecta no sólo a su salud, con un incremento de otras enfermedades como diabetes e hipertensión, sino que también interfiere con el buen funcionamiento de los ovarios y de la fertilidad, tanto espontánea como asistida por tratamientos específicos. Este problema también es importante en el varón, que además de presentar complicaciones en la salud, puede presentar dificultades tanto en la erección como en la producción de espermatozoides.
Numerosos estudios han encontrado que la reducción de peso en personas con obesidad y con problemas de fertilidad mejora la ovulación, el espermograma, y la posibilidad de embarazo espontáneo, así como aumenta las posibilidades de gestación tras tratamientos de fertilidad. Es recomendable que toda mujer con exceso de peso (sobre todo si tiene obesidad) que busca gestación consulte con un equipo de profesionales para que valoren su caso.
Clínica ServiDigest de Barcelona dispone de tratamientos realmente eficaces en el manejo de la obesidad, que producen pérdidas de peso seguras en un tiempo razonable y que pueden ser instauradas en este tipo de pacientes con muy buenos resultados de salud global y de fertilidad. Es necesario sensibilizar a la sociedad sobre los efectos negativos de la obesidad en la fertilidad, ahondar en el escaso reconocimiento de su asociación, y trabajar para aumentar la calidad de vida y expectativas reproductivas de las personas con obesidad.