La diabetes mellitus (DM) es un trastorno metabólico que altera la forma en la que el cuerpo utiliza el azúcar. Existen dos tipos de DM, la de tipo 1 y la de tipo 2. En la DM 1 el páncreas no produce insulina, que es la hormona encargada de distribuir la glucosa en el cuerpo. Los pacientes con DM 1 necesitan inyectarse insulina para regular la glucosa en sangre. En la DM 2 el cuerpo no responde de manera adecuada a la insulina y/o hay menor producción de insulina, lo que se traduce en un aumento de la glucosa en sangre.
La diabetes gestacional se define como la elevación de los niveles de glucosa en sangre durante el embarazo en mujeres que previamente no tenían diabetes. Esto se debe, al igual que en la DM2, a una mala respuesta del cuerpo frente la insulina o a una reducción de la producción de esta.
Los factores riesgo que aumentan la probabilidad de sufrir diabetes gestacional son: la obesidad, tener antecedente familiares de DM2, la edad (30-35 años o más), haber tenido diabetes gestacional en embarazos anteriores o haber tenido bebes con un peso de 4 kilos al nacer o más en anteriores embarazos.
El diagnóstico de la diabetes gestacional se realiza entre la semana 24-28 de embarazo. Se realiza el Test de O ‘Sullivan que consiste en ingerir 50 g de glucosa y realizar una analítica de sangre pasados los 60 minutos para ver los valores de glucosa. Si el resultado es normal no hay diabetes gestacional, pero si los niveles de glucosa salen elevados, se ha de realizar otra prueba para confirmar o descartar el diagnóstico. La prueba es el test de tolerancia a la glucosa (TTG), consiste en ingerir 100g de glucosa y realizar una analítica de sangre a los 60 ,120 y 180 minutos. Si los valores de glucosa en sangre salen elevados se confirma el diagnóstico de diabetes gestacional.
Es importante tratar la diabetes gestacional desde el inicio ya que puede afectar tanto al bebé como a la madre. Si no se trata, en la madre puede aparecer preeclampsia (presión arterial alta y signos de daño renal y hepático), infecciones de orina, exceso de líquido amniótico o parto por cesárea. En el bebe puede provocar exceso de peso, hipoglucemias (niveles de azúcar en sangre bajos), hipocalcemia (niveles de calcio bajos en sangre), hiperbilirrubinemia, (niveles elevados de bilirrubina), y retraso en la maduración de los pulmones.
El tratamiento consiste en controlar el nivel de azúcar en sangre cambiando la dieta y realizando actividad física en medida de lo posible. En la mayoría de los casos se consigue controlar la diabetes gestacional con estas dos intervenciones, pero en ocasiones estas modificaciones no son suficientes y necesitan inyecciones de insulina o medicamentos antidiabéticos.
El tratamiento nutricional consiste en un abordaje dietético que ayude a disminuir los niveles de azúcar en sangre. Se deben moderar el consumo de carbohidratos totales de la dieta y evitar el consumo de azúcares de absorción rápida.
- Evitar azúcares libres, de absorción rápida: dulces, chocolates, refrescos azucarados, azúcar de mesa blanco o moreno, miel, mermeladas, zumos de frutas, harinas refinadas, galletas…
- Consumir los cereales en su forma integral: arroz, pasta, pan… y procurar que no sean la parte principal de la comida, es mejor consumirlos como guarnición ya que contienen carbohidratos.
- No abusar de la fruta ya que esta contiene fructosa que es azúcar. Consumir 2 raciones de fruta al día. Evitar consumirla en forma de zumo, aunque sea natural, la absorción del azúcar que contiene será mucho más rápida que si consumimos la fruta entera.
- Evitar consumir alimentos con azucares añadidos: tomar los yogures naturales y endulzarlos con edulcorante o canela, si se consumen bebidas vegetales escoger las versiones que indican que son sin azucares añadidos…
- Incluir alimentos proteicos en todas las comidas principales, ya que estos no alteran los niveles de azúcar en sangre y aportan aminoácidos esenciales además de saciedad. Entre los alimentos proteicos encontramos las carnes blancas (pollo, pavo, conejo, partes magras del cerdo), carnes rojas que se deben consumir como máximo una vez por semana (ternera, buey…) pescados blancos, pescados azules que se deben consumir como mínimo 3 veces por semana y huevos que se puede consumir una unidad al día.
- Consumir tanto en comida y cena una ración de vegetales. Los vegetales contienen carbohidratos, pero en menor cantidad que los cereales, además contienen una parte importante de fibra que ayuda a que la absorción de estos sea más lenta.
Además, es importante seguir un patrón de dieta mediterránea para asegurar que la dieta sea completa y aporte todos los nutrientes necesarios en el embarazo.
Después del embarazo normalmente los niveles de azúcar se normalizan. Es importante realizar un control analítico después del parto para comprobar como están los niveles de azúcar. Las mujeres que han tenido diabetes gestacional tienen más probabilidades de desarrollar diabetes en un futuro, por lo tanto, es importante continuar cuidando la alimentación, haciendo deporte y manteniendo un peso saludable para prevenirlo.
Para llevar un buen control de la diabetes gestacional es básico contar con un equipo multidisciplinar de endocrino, ginecólogo y nutricionista para evita cualquier complicación o problema derivado de esta.
Cristina Colomer Puig
Especialista en Nutrición humana y Dietética de Clínica ServiDigest
Departamento de Metabolismo y Nutrición
Colegiada CAT001311 del Col·legi de Dietistes i Nutricionistes de Catalunya