¿Qué es el Mindfulness eating?
Es el arte de tener plena conciencia al momento de comer, es decir, enfocar la conciencia plenamente a lo que está sucediendo aquí y ahora.
Beneficios
- La práctica de comer conscientemente puede ayudarte a cambiar los hábitos y pensamientos automáticos, para así, aprender a identificar el sentimiento de cuando debemos comer por hambre o necesidad, e identificar cuando estamos saciados.
- Identificar patrones de ingesta, acerca de cómo tomamos las decisiones sobre que alimentos comer, como y cuando.
- Disfrutar de la comida sin remordimientos.
- Dejar de utilizar los alimentos como anestésicos emocionales contra el estrés, la tristeza, el nerviosismo, e incluso por aburrimiento.
- Aprender a comer para vivir y no vivir para comer.
- Romper la inercia de comer de forma impulsiva.
Estrategias para una alimentación consciente
1. Cuando tengas deseos o ganas de comer, pregúntate a ti mismo/a, si existe hambre física de comer.
Si la respuesta es no, piensa si hay algo que te esté preocupando, angustiando o entristeciendo, y trata de resolver estos problemas de otra manera:
- Bebe un vaso de agua fría y espera 10 minutos
- Llama a un amigo/a
- Sal a caminar
- Medita, lee un libro, o escribe tus pensamientos
- Escucha música
- Planifica tus vacaciones
- Date una ducha de agua caliente
La intención es distraer la mente del disconfort emocional en ese momento.
2. Evita comer por inercia
Es preciso escuchar nuestras sensaciones internas, de hambre física, y no por horario (“es la hora de comer”) o por costumbre.
3. Come sentado, en un lugar tranquilo y sin distracciones
Incluso si es una merienda. Evita comer frente a los dispositivos electrónicos (televisión, teléfono móvil u ordenador), para que así estés más en contacto contigo y tus sensaciones, y aprendas a disfrutar de lo que estas ingiriendo y seas consciente de la cantidad necesaria.
4. Bebe agua antes de cada comida
Contribuye a reducir la ansiedad, ya que aumenta la sensación de saciedad. Aparte, es recomendable mantenerse hidratado durante el día, bebiendo al menos 1.5 litros de líquido al día, ya que en ocasiones no logramos distinguir entre hambre y sed.
5. Utiliza platos pequeños
Así podrás experimentar la sensación visual de tener el plato lleno y de controlar las proporciones. Si al terminar, continuas con hambre, debes de tomar la decisión de forma consciente de querer repetir, y espera al menos 5 minutos antes de hacerlo.
6. Come despacio
Dedícale al menos 20 a 30 minutos al momento de comer, y además, procura ser el último en terminar el plato, si estas rodeado con otras personas. Solemos ingerir menos cantidad cuando lo hacemos de forma pausada.
7. Suelta los cubiertos entre cada bocado
Esta acción ayuda controlar las ansias por comer rápido y de forma automática. Te permite dedicarle más tiempo a masticar mejor los alimentos, a saborearlos, notar su textura, a hacer más fácil la digestión, y por último, detectar la sensación de saciedad para decidir cuándo terminar.
8. Prueba a dejar algo de comida en el plato
No tenemos la obligación de acabarlo todo, de esta forma es posible acostumbrar a la vista y al subconsciente.
9. Come para estar saciado y no para quedar lleno
Así limitas la cantidad de calorías que ingieres, además, te evitará molestias digestivas como pesadez, gases, reflujo y distensión abdominal.
10. Atrévete a comer de todo
Es más importante cómo comes, siendo esta de forma consciente, que lo que comes. El tener alimentos prohibidos o restringidos, aumenta la tentación o deseo de ingerirlos.
Identifica qué tipo de hambre tienes
HAMBRE FÍSICA | HAMBRE EMOCIONAL |
Se siente en el estómago, con una sensación de vacío progresiva tras unas horas de ayuno o comer muy poco | Es repentina, ocurre tras una activación emocional y no se calma, puede ocurrir después de haber comido |
Comer para recargar energías | Comes para llenar un vacío |
Puede esperar | Debe saciarse enseguida |
Estas abierto/a a varias opciones de alimentos | Eres selectivo al comer con ansia por algo específico |
Se sacia tras unos 20-30 minutos comiendo y genera bienestar | No te sacia tan fácilmente, deja una pesadez incomoda y genera culpa, vergüenza o tristeza |