El síndrome metabólico (SM) es el conjunto de factores de riesgo que aumentan exponencialmente las probabilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares, diabetes y en consecuencia aumento de la mortalidad.
Entre ellos se encuentran la obesidad, la hipertensión arterial, hiperglucemia, y niveles bajos de colesterol de baja densidad (HDL), comúnmente conocido como ‘colesterol bueno’.
A lo largo de los años han surgido diferentes definiciones y criterios para diagnosticar este síndrome, pero todos coinciden en que es el conjunto de las anteriores alteraciones las que lo componen.
Según National Cholesterol Education Program Adult Treatment Panel III (NCEP-ATP-III) se establece el diagnóstico por la presencia de al menos tres de los siguientes criterios: obesidad usando el IMC ≥ 30 kg/m2; triglicéridos (TG) ≥ 150 mg/dl o en tratamiento; colesterol HDL < 40 mg/dl para hombres o < 50 mg/dl para mujeres; presión arterial sistólica ≥ 130 mmHg, y diastólica ≥ 85 mmHg; y/o tratamiento antihipertensivo y determinación de glucemia en ayunas ≥ 100 mg/dl o en tratamiento diabético.
Síndrome Metabólico = Suma de tres de los siguientes criterios
- Obesidad
- Triglicéridos elevados
- Bajos niveles de Colesterol HDL (colesterol bueno)
- Hipertensión arterial
- Hiperglucemia
Obesidad
La organización mundial de la salud define el sobrepeso y la obesidad como “una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud”. Padecer obesidad es un factor de riesgo para sufrir enfermedades cardiovasculares y diabetes de tipo 2.
Hay diferentes criterios para diagnosticar la obesidad, el más utilizado es el índice de masa corporal (IMC) que se calcula mediante la altura y el peso.
Otra fórmula es el índice de cintura – cadera (ICC) que se calcula mediante el perímetro de la cintura y la cadera (ICC).
De ambas fórmulas obtenemos un valor numérico que nos sitúa dentro de unos parámetros que determinan si estamos en estado saludable o no.
Un porcentaje de grasa corporal superior al 33% en hombres y al 25% en mujeres también se considera obesidad.
[IMC = peso en kg / (estatura en cm) 2]
Infra peso = < 18.5
Normo peso = 18.5 – 24.9
Sobrepeso = 25 – 29.9
OBESIDAD = > 30
[ICC = perímetro de la cintura en cm / perímetro de la cadera en cm]
Valores normales en mujeres = 0.71 – 0.84
Valores normales en hombres = 0.78 – 0.94
Triglicéridos elevados
Los triglicéridos (TG) son un tipo de grasa que circula por el corriente sanguíneo. El cuerpo los utiliza para almacenar la energía que ingerimos en la dieta y no consumimos. Una dieta en la que hay un exceso de grasas y/o hidratos de carbono provocará un aumento de los TG. Un nivel elevado de TG es un factor de riesgo para sufrir enfermedades cardiovasculares ya que contribuye a la formación de la capa ateromatosa en las arterias (capa que se forma a partir del exceso de colesterol y TG pudiendo comprometer el riego sanguíneo en las arterias).
Podemos conocer nuestros niveles de TG mediante un análisis de sangre.
Niveles de Triglicéridos en Sangre
Normal = < 150 mg/dL
Límite alto = 150 a 199 mg/dL
Alto = 200 a 499 mg/dL
Muy alto: = 500 mg/dL o superior
Bajos niveles de Colesterol de alta densidad (HDL)
El colesterol de alta densidad (HDL siglas en inglés) es comúnmente conocido como el colesterol bueno. Este nombre se le atribuye debido a que es el encargado de transportar el colesterol de baja densidad (LDL siglas en inglés), conocido como colesterol malo, al hígado para ser eliminado. Un exceso de LDL es un factor de riesgo cardiovascular ya que, al igual que los TG, se acumula en las arterias formando la capa ateromatosa. Por lo tanto, es importante tener unos buenos niveles de HDL para evitar la formación de esta placa. Para conseguirlo, se deben limitar en la dieta las fuentes de grasas saturadas y trans y potenciar el consumo de grasas insaturadas (pescado azul, aguacate, aceite de oliva virgen extra, frutos secos), además de evitar el tabaco.
Podemos conocer nuestros niveles de HDL mediante un análisis de sangre.
Niveles de HDL en sangre
Niveles óptimos en mujeres = > 50 mg/dl
Niveles óptimos en hombres = > 40 mg/dl
Hipertensión arterial
La hipertensión arterial (HTA) es el aumento de la tensión que ejerce la sangre en las arterias cuando es bombeada por el corazón. La HTA mantenida en el tiempo es un factor de riesgo para sufrir enfermedades cardiovasculares.
Los factores externos que pueden causar HTA son: una dieta poco saludable que facilite desarrollar sobrepeso u obesidad, exceso de sodio o déficit de potasio en la dieta, el tabaco, la inactividad, el estrés y alcohol.
Podemos medir nuestros niveles de tensión arterial mediante un tensiómetro.
Nivel de Tensión Arterial Normal
Sistólica = < 120 y Diastólica < 80
Hiperglucemia
Los niveles elevados de glucosa (azúcar) en sangre se conocen como hiperglucemia.
Se considera que los niveles están aumentados cuando la hemoglobina glicosilada (HbA1c) está por encima del 5,7%. Este valor indica cómo han estado los niveles de glucosa en los últimos 3 meses y a partir de 6,4% ya se considera diabetes de tipo 2 (DM2).
Si no hay ninguna patología previa, los niveles de glucosa en sangre pueden verse aumentados por la obesidad, la falta de actividad física, una mala alimentación, exceso de carbohidratos y azúcares en la dieta, el tabaco y el alcohol.
Tener hiperglucemia y no controlarla es la antesala para sufrir DM2. Las alteraciones descritas anteriormente, por sí solas, ya suponen un factor de riesgo para sufrir enfermedades cardiovasculares y/o DM2. El síndrome metabólico al ser el conjunto de éstas, supone un aumento considerable del riesgo a sufrir dichas enfermedades.
Síndrome Metabólico y Hábitos Saludables
El estilo de vida y los hábitos saludables son una condición primordial para combatir el síndrome metabólico. Seguir una dieta saludable con patrón de dieta mediterránea, mantener un peso saludable, hacer actividad física y evitar los hábitos tóxicos como el alcohol y el tabaco son la primera línea de defensa contra el síndrome metabólico y sus complicaciones.
Para cumplir con el patrón de dieta mediterránea, se deben consumir 5 raciones de frutas y verduras a lo largo del día. Los cereales como el arroz, la pasta, el pan… deben ser integrales y evitar las harinas refinadas y los azúcares siempre que sea posible. Otra fuente de fibra importante son las legumbres que se recomienda consumirlas un mínimo de 2 veces por semana.
Mantener un consumo moderado de hidratos de carbono, así como evitar los azúcares añadidos en la dieta, son factores determinantes para mantener unos niveles correctos de glucosa en sangre y evitar el aumento de TG y colesterol LDL. Además, una dieta rica en fibra favorece mantener valores normales de TG y colesterol tanto LDL, como HDL.
El pescado azul se recomienda consumir como mínimo 3 veces por semana, los frutos secos y el aceite de oliva virgen extra, son fuente de grasas saludables que favorecen el aumento del colesterol HDL. Aparte de consumir grasas saludables, se debe remarcar la importancia de limitar al máximo, las grasas trans y saturadas provenientes de alimentos procesados como embutidos, bollería y carnes rojas… que potencian el aumento de LDL y TG. Por otra parte, el consumo de sal también se ha de tener presente, ya que un exceso de sodio puede favorecer el aumento de la tensión arterial.
Es recomendable limitar el consumo de sal de mesa y utilizar otros saborizantes como especias, limón, y hierbas aromáticas, así como dejar los alimentos más ricos en sodio para el consumo ocasional (marisco, embutidos, quesos curados…).
Dieta Mediterránea – Frecuencia de consumo
Consumir:
- 5 raciones entre frutas y verduras a diario
- Cereales integrales (evitar refinados y azúcares añadidos)
- Frutos secos
- Aceite de oliva virgen extra
- Pescado azul 3/semana
- Legumbres 2/semana
Evitar:
- Procesados
- Carnes rojas o grasas (limitar el consumo a 1 vez por semana)
- Azúcares añadidos o productos que los contengan
- Alcohol
La realización de actividad física es un arma muy potente contra el síndrome metabólico, ya que ayudará a mejorar el perfil lipídico (TG, LDL) y los niveles de tensión arterial. Asimismo, favorece la utilización de glucosa por parte del músculo esquelético ayudando a reducir los niveles de azúcar en sangre y a mantener un peso saludable consumiendo las reservas de energía que tenemos almacenadas en forma de grasa o evitando que se acumule.
Dieta Mediterránea – Hábitos saludables
Realizar actividad física a diario → >10.000 pasos + 3-5 horas / semana de actividad moderada o 75 minutos / semana de actividad intensa
No fumar
Factores de Riesgo modificables en el Síndrome Metabólico
Se ha de tener en cuenta que existen factores de riesgo que no son modificables, es decir que no podemos hacer nada por cambiarlos, como serian la edad, la genética, el sexo, los antecedentes familiares etc.
Por otra parte, hay muchos otros que sí lo son, la dieta, el ejercicio, evitar los hábitos tóxicos. Son factores en los que se puede intervenir para mejorar nuestro estado de salud y proteger el organismo frente a diferentes enfermedades.
En resumen, seguir una alimentación de estilo Mediterráneo supone un factor de protección frente a las patologías relacionadas con el síndrome metabólico: obesidad, HTA, elevación de los triglicéridos, niveles bajos de HDL, hiperglucemia, así como llevar un estilo de vida saludable en general.