Los cafés de cereales son sustitutos del café que se hacen a partir de tostar y moler raíces de plantas como la achicoria o granos de cereales como la cebada, entre otros.
Se comercializan en forma de granulado o polvo, listo para disolver en agua o leche. Habitualmente se diluyen mejor en caliente aunque también se pueden mezclar con agua o leche fría si luego se bate bien.
Estos sustitutos del café resultan una muy buena opción para quienes quieran evitar el café, ya sea porque les resulta irritante para el aparato digestivo o porque les altera el sueño, etc.
Teniendo en cuenta que la cafeína afecta tanto al sistema nervioso como al aparato digestivo, las personas con síndrome del intestino irritable también toleran mucho mejor estos sustitutivos del café.
Nuestra recomendación:
– Por exquisito: Bambú (Vogel). Conserva el aroma, crema y consistencia del café.
– Por económico: Eko (Nestle). Más ligero. Muy buena opción si se prepara diluido con leche o bien con agua y leche.