El jengibre (Zingiber officinale Roscoe), una planta cada vez más conocida, ha sido usada desde hace siglos como condimento y como planta medicinal. Asimismo, el consumo del rizoma es un remedio típico tradicional para mejorar algunos síntomas como el dolor, náuseas y vómitos.1
Específicamente el componente del jengibre más estudiado es el gingerol.2 El gingerol se considera el componente mayoritario y juega un papel como antioxidante, antimicrobiano y anti-neuroinflamatorio, entre otros.3
Al cocinar el jengibre, el gingerol se transforma en zingerona, que es menos picante y tiene un aroma dulce picante. Cuando se seca el jengibre, el gingerol se somete a una reacción de deshidratación formando unos componentes llamados shogaoles, que son aproximadamente el doble de picantes que el gingerol. Esto explica por qué jengibre seco es más picante que el jengibre fresco.
Además, el jengibre contiene fibra y, aunque en menor cantidad, terpenos, vitaminas B y C y minerales. Por lo que es preferible consumir la raíz que suplementos.
¿Qué sabemos a día de hoy de los beneficios del jengibre?
En enero del 2020 se publicó una revisión sistemática de 109 de estudios sobre el jengibre y la salud.4
La dosis diaria usada en la mayoría de estudios iba entre 0,5-1,5g de jengibre y los participantes eran mayoritariamente de Estados Unidos e Irán.
En el artículo se detallan los efectos clínicos del jengibre.
- Función antiemética. De 46 ensayos, 8 demostraron efectos positivos del tratamiento con jengibre en la prevención y el alivio de náuseas y vómitos inducidos por la quimioterapia (NVIQ). Los estudios reportaban mejoras en la calidad de vida de los pacientes y reducía NVIQ agudas y retardadas tanto en niños como en adultos. Ocho estudios compararon la función antiemética del jengibre en embarazo con placebo, consiguiendo efectos positivos significantes en el grupo de jengibre. Simultáneamente, el jengibre mostró efecto similar comparándolo con vitamina B6 (piridoxina), antihistamina o metoclopramida. De todos modos, en un estudio liderado por Ensiyeh, concluyó que el jengibre era significativamente más efectivo que la vitamina B6.Además se analizó el efecto en náuseas y vómitos postoperatorios, habitualmente causado por la anestesia. El uso del jengibre se evaluó en 11 estudios y 5 de ellos no refirieron ningún resultado significativo.
- Función gastrointestinal. Más allá de los vómitos, el jengibre se ha estudiado por su efecto protector del sistema digestivo. 7 estudios examinaron el tiempo de vaciado gástrico y todos lo describieron como un potenciador del vaciado gástrico, excepto uno. También se exploró su impacto en el cáncer colorrectal en 4 estudios. En general, se vio un efecto beneficioso por la reducción de los factores de riesgo tumoregénicos. Finalmente, en un estudio también se examinó la mejoría de los síntomas en pacientes con síndrome del colon irritable y no se vio ninguna evidencia en la reducción de los síntomas.
- Función analgésica. Siete estudios examinaron el efecto del jengibre en la dismenorrea (dolor menstrual) comparándolo con ácido mefenámico, ibuprofeno, zinc sulfato, que demostró efectos similares. Uno de los estudios vio resultados significativos en aquellos pacientes que habían sido tratado con jengibre durante 5 días, empezando 2 días antes del inicio de la menstruación. Solo un estudio concluyó que el jengibre era insuficiente comparado con estirar y realizar ejercicio para aliviar el dolor. En relación al dolor muscular, hay varios estudios con estudios contradictorios.
- Efecto antiinflamatorio. Ocho estudios evaluaron el efecto antiinflamatorio de la suplementación con jengibre, sobre todo en artritis y osteoartritis. Uno de ellos propuso que los beneficios del jengibre se observaron después de estar 3 meses consumiendo 500g de jengibre en polvo.
- Mejora en el perfil metabólico. En general, el jengibre podría beneficiar potencialmente reduciendo los factores de riesgo metabólico. Además, no se observó ningún efecto adverso en los estudios incluidos.
Las aplicaciones clínicas del jengibre como tratamiento o como terapia adyuvante han tenido especial atención debido a los múltiples beneficios esperados, uso generalizado globalmente y la seguridad empírica garantizada.
De todos los estudios seleccionados, no hubo ningún caso de complicación. En general, se sabe que el jengibre natural es seguro para la mayoría de la población. La FDA lo clasifica como generalmente reconocido como seguro. Incluso en la lactancia. La web e-lactancia, portal para saber la compatibilidad de alimentos y medicamentos con la lactancia, lo clasifica como compatible. Sin riesgo para la lactancia y el lactante.
Aun así, se han descrito efectos adversos como aumento de la tensión arterial, cálculos, por eso no sería recomendable para personas con hipertensión o cálculos biliares. La propia FDA remarca que puede interactuar con algunos medicamentos la warfarina (anticoagulante) y la nifedipina (medicación cardiovascular).
Por lo descrito, parece que hay beneficios suficientes como para consumirlo. Simplemente, tener en cuenta el consumo en personas que tomen anticoagulantes, sufran hipertensión o tengan cálculos biliares.
¿Cómo podemos añadirlo a la dieta?
El jengibre puede introducirse en la alimentación como infusión, como condimento de ensaladas, carne o pescado, con frutas, etc.
Al comprar el jengibre fresco, lo ideal es una raíz con la piel lisa y con un aroma picante. Se debe conservar en una bolsa de plástico en la nevera. A la hora de consumirlo, se puede pelar o rallar.
Algún ejemplo de cómo introducir jengibre en nuestra alimentación:
Agua de jengibre:
Para prepararla solo se tiene que poner a hervir unas rodajas finas de raíz fresca en 1 o ½ L de agua durante 15 minutos y después dejar reposarla y colar el líquido.
Sopa de tomate con jengibre y coco:
Ingredientes:
- Lata de tomate triturado
- Lata de bebida de coco
- 50 ml de nata líquida
- 1 trozo de jengibre
- Diente de ajo
- Coco rallado
Poner en una olla tomate triturado junto con leche de coco y un chorrito de nata liquida, dejarla hervir durante unos cinco minutos. A continuación, cortar un trozo de jengibre, pelarlo y rallarlo junto con un diente de ajo picado y añadirlos en la olla a fuego mínino. Para finalizar se pueden añadir hierbas aromáticas para darle un toque de frescor.
Además de estos dos ejemplos se pueden realizar recetas como marinados de pescado o carne o en forma de aliños para ensaladas. ¿Te animas a probarlo?
Fuentes
- Li, H.; Liu, Y.; Luo, D.; Ma, Y.; Zhang, J.; Li, M.; Yao, L.; Shi, X.; Liu, X; Yang K. Ginger for health care: An overview of systematic reviews. Complement. Ther. Med. 2019, 45, 114-123.
- Mahomoodally, M.F.; Aumeeruddy, M.Z.; Rengamy, K.R.R.; Roshan, S.; Hammad, S.; Pandohee, J; Hu, X.; Zengin, G. Ginger and its active compounds in cancer therapy: From folk uses to nano-therapeutic applications. Semin. Cancer Biol. 2019.
- Nile, S .H.; Park, S. W. Chromatographic analysis, antioxidant, anti-inflammatory, xantine oxidase inhibitory activities of ginger extracts and its reference compounds. Ind. Crop. Prod. 2015, 70, 238-244.
- Nguyen H. A.; Sun, J. K.; Nguyen P.L. Ginger on human health: A comprehensive systematic review of 109 Randomized controlled trials.
Departamento de Dietética y Nutrición de Clínica ServiDigest